AICP
Atención Integral y Centrada en la Persona
La Atención Integral y Centrada en la Persona es para nosotros desde hace mucho, pero especialmente en los últimos 3 años, nuestra guía a la hora de contemplar el cuidado.
Llevamos varios años formándonos todo el personal de la residencia, empezando desde Dirección, al equipo técnico, el personal de atención directa y el resto de departamentos. La formación especializada por varias personas del equipo, como la formación interna está siendo esencial para la implementación del modelo. Además la Dirección del centro ha realizado un Máster en la Universidad de Vic y la Fundación Pilares en “Atención Integral y Centrada en la persona en entornos de la diversidad Funcional y Geriatría”. .
La AICP es un camino que nunca termina. Se trata de cuidar y acompañar a las personas de la manera que ellas desean. Es imprescindible conocer a las personas de la mejor manera posible. Saber sus gustos, preferencias, hábitos, su historia de vida, si tienen miedos o situaciones que les disgustan.
La aplicación de la AICP empieza antes de que la persona se venga a vivir a la residencia. Cuando se le da información y se le explica cómo funciona el centro, cuando se le hace cómplice del proceso y se le invita a que nos trasmita todas sus inquietudes, sus deseos y se valora por encima de cualquier otra cosa la opinión de la persona.
Una vez que la persona se traslada a la residencia hay muchos factores que se deben cuidar, desde ese instante y para siempre. El primer paso es conocer a la persona lo suficiente para saber qué cosas son importantes para ella y evitar que se genere una ruptura con respecto a su rutina anterior a trasladarse a la residencia. Saber sus horarios de vida, la comida que solía tomar, sus aficiones, sus fortalezas, lo que le hace feliz, lo que no le gustaría vivir, sus hábitos diarios, sus personas favoritas, como le gustaría que estuviera decorada su habitación, con que personas se sentiría más a gusto en su salón de convivencia, … estos detalles son los más importantes para que la persona cuando llegue, aunque tenga que adaptarse a algunos aspectos, sí pueda sentirse acogida, cuidada, apoyada y acompañada en el proceso de cambio de casa.
La AICP afecta a muchas áreas de la persona. Desde los momentos en las actividades de la vida diaria, como puedan ser la higiene, ducha, acicalamiento, el vestido, la alimentación, los traslados, el descanso, … pero también otros aspectos como su entorno social, la autodeterminación, su vida sentimental o sexual, el desarrollo personal, en el entorno físico, la relación con su comunidad, la intimidad, las últimas voluntades, … Es importante contemplar a la persona desde un punto de vista completo, como individuo único y complejo que requiere de una mirada atenta y personalizada.
Algunas de las iniciativas que hemos llevado a cabo son:
- Los salones de convivencia: Son los salones de referencia que tiene cada persona. En ellos pueden estar, ver la tele, hacer las comidas (comida, merienda y cena, ya que el desayuno lo hacen en la habitación), algunas actividades,… Son como un cuarto de estar, acogedores y muy cómodos, adaptados a las personas que están en él.
- Profesionales de referencia: Son las profesionales de atención directa (auxiliares o gerocultoras). Cada auxiliar se convierte en profesional de referencia de algunas de las personas residentes, hasta un máximo de 6. Las profesionales de referencia generaran un espacio de confianza con las personas residentes. Los conocerán mejor, también a la familia, sabrán su historia de vida, sus aficiones, gustos, preferencias para poderles cuidar como quieran ser cuidados.
- Técnicos de acompañamiento: Están formados por los técnicos de la residencias, es decir, por las terapeutas ocupacionales, las fisioterapeutas, la animadora sociocultural y la psicóloga. Ellas serán las responsables de cuidar que estas personas estén bien. Supervisarán su adaptación, estarán pendientes de que se cumplan su plan de atención y vida, estarán en contacto con la familia, asesoraran al profesional de referencia, …
Otro aspecto fundamental de la AICP es la eliminación total de sujeciones mecánicas y químicas. Para ello, llevamos trabajando de la mano de la Fundación Cuidados Dignos desde hace 2 años. El objetivo es implementar un plan de cuidados que permita que las sujeciones se eliminen del centro con total seguridad. El nombre de este proyecto es “Proyecto Mandela”, y el objetivo es que antes de que termine el año 2022 Real de Seseña esté certificado como centro libre de sujeciones a través de la norma “Libera Care”.
La tecnología es una aliada en este camino de la AICP. En los últimos años la incorporación de los móviles (Ej. Smartphone, tablets,…), aplicaciones de internet (Ej. Proyecto Famileo), las video llamadas, actividades colaborativas intergeneracionales y con la comunidad a distancia, … Pero también a nivel de seguridad, tanto de las personas residentes como de las trabajadoras, como son las camas cota 0 (que bajan al ras del suelo para prevenir caídas y facilitar los cambios posturales a las trabajadoras), sensores de movimiento, relojes inteligente, control de errantes, sensores de presión, … una cantidad enormes de avances enfocados a que el día a día en la residencia sea lo más cómodo, respetuoso y segura posible.
En este camino de la AICP seguiremos explorando la mejor manera de cuidarles, con dignidad, empatía y desde el amor y el respeto. En este camino nos inspiramos en profesionales de este ámbito como Pilar Rodríguez, Teresa Martínez, Lourdes Bermejo, Josep de Martí, Astrid Lindström,… en entidades como Fundación Matia, Fundación Pilares, Fundación Cuidados Dignos,…